Me detengo donde estoy, suelto la cabeza de J.T. y sonrío a los policías mientras se acercan rodeándome y apuntándome con sus armas. Me arrodillo en el suelo y, antes de caer inconsciente por un golpe en la cabeza, solo tengo tiempo de decir:
-Falta un día para Navidad.

El día que perdió la cordura de Javier Castillo, es la primera novela que leo en este nuevo año. Un relato bastante interesante, entretenida, cargada de suspenso y tensión; es como estar viendo una serie de televisión que te mantiene a la espectativa de que algo ocurrirá en cualquier momento. Castillo te invita a un viaje al pasado para poder comprender la historia del presente, de forma sutil te hace partícipe de la historia. Te advierto, es algo adictiva, despierta en el lector una curiosidad tan grande que deseas seguir leyendo para poder llegar al final y entender muchas cosas que se van dando en su desarrollo.

La trama comienza un 24 de diciembre, un día normal en Bostón que toma un giro inesperado. En medio de la calle aparece un hombre desnudo con la cabeza de una mujer en la mano; el decapitador, nombre que le dará la prensa una vez lo internan en el centro psiquiátrico. El Dr. Jenkins y la agente del FBI Stella Hyden intentarán averiguar lo que pasó.

Esta es una de esas historias que desearías ver rápidamente en la pantalla grande. A diferencia de otros críticos, considero esta novela con muchos datos pertinentes para así comprender el mismo. Existe una segunda parte, el cual espero que supere las exceptativas. Si eres aficionado al thriller, esta novela no puede faltar en tu librero.